“Ver la diversidad cultural es tu derecho, ver CINE ECUATORIANO es tu derecho”
Hace casi un siglo (1920) al artista ecuatoriano no le importó competir con Warner Bros, Columbia Pictures, u otras productoras hollywoodenses al reconocer la “ecuatorianeidad” que podría manifestarse por medio del cine. Así nació El Tesoro de Atahualpa, primer largometraje ecuatoriano que logró extraordinarios resultados nuevos para toda una nación. Costa y Sierra se unieron para trabajar juntos en esta historia creada por Augusto San Miguel; con los primeros actores y actrices ecuatorianos y unas decenas más de obreros que alcanzaron construir la ferroviaria de la Nariz del Diablo.
Este primer trabajo audiovisual cuenta con esa riqueza cultural e histórica que hasta ahora no se escapa de la mente, ni de las manos, a nuestros productores y directores de cine. Se trata de una gama de argumentos que giran alrededor de la esencia misma de “identidad”. La historia Inca en territorio ecuatoriano, el romanticismo campesino, la problemática obrera, la crisis económica, son algunos de los argumentos más significativos escogidos por los artífices para exponerlos SIEMPRE dentro de un espacio determinado, ya sea andino, costero, selvático, o una combinación de todos ellos, como sucede en las tramas de viajes.
Podemos habernos olvidado de lo que ayer se hizo, incluso ni habernos enterado, pero hay quienes se dedican a “salvar nuestra ignorancia” y nos han propuesto una Colección de cuatro largometrajes ecuatorianos a partir de la década de los 80s: Dos para el Camino; La Tigra; Ratas, ratones, rateros; Fuera de Juego, estas dos últimas con mayor afecto a la realidad contemporánea urbana.
Trailer de " La Tigra", basada en el cuento de José de la Cuadra
Quizá para muchos estas son las primeras y las más reconocidas. Antes de estas, hubo decenas de películas más, pero al pertenecer a coproducciones no totalmente ecuatorianas, no se encuentran disponibles para atravesar por el mecanismo restaurador de imagen. Valdría reconocer que la propuesta de la “Primera Colección de Cine Ecuatoriano” es buena, pero la aceptación es algo que recién se tendrá que definir.
Tal vez esta sea la mejor forma de “tocar” la realidad ecuatoriana. Aunque sea ese el “plan”, todo quedará en usted, elegir a qué quiere enriquecer. Ver Cine ecuatoriano lo han definido como Derecho, conservemos esto como un “DEBER”.
Por: Narcisa Rendón